Como todas las emociones, el orgullo puede resultar ser una herramienta o un bloqueo. Como siempre dependerá de cómo nosotros mismos enfoquemos las situaciones. Por ejemplo, si vamos a caminar con los amigos y empezamos a sentirnos cansados es, en parte, el sentimiento del orgullo el que nos empuja a continuar y a seguir avanzando camino. Aquí, en realidad, estamos poniendo a prueba nuestra fuerza de voluntad. Como podéis comprender, orgullo y fuerza de voluntad son un tándem que no pocas veces se alimentan. Los deportistas son un buen ejemplo de cómo el orgullo bien entendido nos ayuda a conseguir nuestros objetivos.
En este caso el orgullo lo estamos aplicando de un modo positivo. Porque nos da el empujón necesario para que no nos sintamos insatisfechos o descontentos. Ese sería el estado contrario a sentirnos orgullosos (de nosotros mismos o de otra persona).
BUSCAMOS sentirnos orgullosos como sinónimo de satisfechos, contentos, optimistas, ufanos, gozosos.
En cambio, en una relación de pareja o en relaciones familiares, las situaciones que se crean por culpa del sentimiento del orgullo suelen ser negativas y destructivas. De hecho, se dice que hasta el 70% de las relaciones rotas que son importantes, muy importantes para nuestro equilibrio, empezarían de nuevo si no hubiera habido orgullo de por medio.
En estas situaciones el orgullo nos dice «yo no voy» o «yo no cedo». Porque «significará que soy más débil». ¡¡Cuando, lo curioso, es que es precisamente al contrario!!.
La persona que busca el acercamiento, el entendimiento, el punto de encuentro es, al final, la que tiene la fuerza.
Así que, la reflexión puede ser que es mejor controlar las emociones y buscar la finalidad. Y no olvidar que quien da el primer paso, al final es el más fuerte.
EVITAMOS sentirnos orgullosos como sinónimo de soberbios, vanidosos, arrogantes, fatuos, endiosados, inmodestos, pedantes, petulantes, altivos.
El orgullo hace que, en ocasiones, nos pavoneemos delante de los demás mostrando nuestra soberbia.
No es un orgullo sano y positivo.
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