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La gratitud: el secreto del cambio

 

La gratitud es liberación emocional. 

¿Sabes que la vida siempre te ofrece y regala la mayor de las riquezas?. ¿Entiendes que todas las cosas están dispuestas para que tu las tomes a voluntad?. ¿Aceptas que, a pesar de las experiencias difíciles, la vida ha sido siempre generosa contigo?.

Eres un milagro y estas siendo colmado de bendiciones por Dios. ¿No te lo crees?. Entonces la magia no puede actuar en tu vida. Estas predestinado a manifestar la excelencia porque forma parte de tu linaje. Así funciona la ley de la atracción. Este tipo de afirmaciones o sistemas de creencias tienen el mágico poder de transformar tu vida si te atreves a ponerlas en práctica. Al ejercitar estas afirmaciones se convierten en certezas que nos llevan a una vida llena de felicidad y abundancia. La certeza principal es la consciencia de la necesidad de ser agradecido por todo aquello que tienes en tu vida. No te permitas más el sentimiento de victimismo o el sentimiento de carencia.

El material documental que se atestigua en los libros : “Un curso de milagros” y “El secreto” se fundamenta en el sistema de creencias basado en la ley de la atracción . Estos libros cuentan numerosas evidencias donde la ley de la atracción se manifiesta en la vida de las personas que ponen en práctica la gratitud. Se afirma que al conseguir desarrollar la consciencia de gratitud en nuestra vida, la ley de atracción funciona más rápidamente.

En la famosa película basada en el libro “El Secreto”, se explica que muchas personas trabajadoras y diligentes que ordenan su vida en todos los aspectos terminan por encontrarse en la pobreza por su manifiesta carencia de gratitud. Habiendo recibido grandes bendiciónes de Dios, cortan los cables que les conectan con Él y entonces fallan en su actitud carente de agradecimiento por su gran regalo.

No es tan extraño ni difícil de entender que cuanto más conectados vivimos con la fuente de la abundancia, más riquezas vamos a canalizar en nuestras vidas….no?. Un alma agradecida vive en el contacto con la fuente de la gran abundancia. Aquel que nunca agradece no se conecta con esa fuente de donde manan todas las bendiciones. Hay que desarrollar un músculo espiritual vinculado a la práctica del agradecimiento. Ese músculo se desarrolla ejercitándolo regularmente como cualquier atleta que aspira a un alto rendimiento. El ejercicio de la gratitud se puede practicar de diversas modos, pero sea la forma que sea, uno debe regular y constante en ella para conseguir resultados.

Se puede ejercer mediante una afirmación o una oración o mediante la escritura de un diario de gratitud. En él agradeceremos aquellas cosas que nos hacen más felices en nuestras vidas.

O, lo que es lo mismo: el secreto del cambio

Finalmente debemos transformar nuestra actitud mental para que incluya la gratitud por todo lo bueno que hay en nuestra vida. Aunque no se trata de agradecer únicamente los acontecimientos afortunados, sino también aquellas cosas que a primera vista no parecen tan buenas. Gracias a esos duros momentos podemos madurar, aprender y tener la certeza de lo que no queremos. Con las experiencias desafortunadas hemos llegado donde estamos y a ser quienes somos en la actualidad. Gracias a esas experiencias podemos elegir un futuro más acorde con nuestras expectativas.

Asi que ya sabes, utiliza este secreto a voces y empieza a agradecer lo que tienes en este momento de tu vida.

la gratitud: el secreto del cambioY, para que empezar te resulte más fácil, te dejo 5 maneras de ofrecer gratitud:

1. Regala pericardiazos

Ah, ¿que no sabes lo qué es? Se trata de dar abrazos desde el corazón. Si aprecias a alguien, abrázalo. Pero recuerda, desde el corazón. ¡En Aurum Vitae somos expertos!

2. Cada mañana, al levantarte, di «Gracias».

Sobre todo, si eres de los que nada más sonar el despertador, ya frunce el ceño. Siempre hay algo que agradecer. Y este ritual ¡puede cambiar tu día!

3. Envía una nota de agradecimiento

En un post it, por correo electrónico… como quieras. No tardas nada. ¡Verás qué bien le sienta a quien lo reciba!

4. No te enfades, agradece.

Ésta es un poco más difícil, pero se puede conseguir. En una discusión o situación de enojo, respira y busca las razones por las que le estás agradecido a esa persona. ¡Las hay!

5. Agradécete a ti mismo.

Sí, fíjate un momento del día para ti, analiza todos tus dones y ¡agradécete todo lo bueno que hay en ti!

 

Muchas gracias a todos por leerme y compartir.

 

¡Os envío un gran pericardiazo!

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