El pericardio es una membrana que recubre y protege el corazón, formada por dos capas: la primera es muy finita, recubriendo el miocardio, el músculo del corazón.
Esta misma membrana se dobla y al interior pasa el líquido pericárdico. La segunda membrana es muy gruesa, formada por fibras cruzadas. Cuando estamos sufriendo, estas fibras se encogen.
Si estas situaciones de miedo, sufrimiento o estrés son repetidas, afectan a la apertura de estas fibras, por eso es importante ayudarnos con algo, que evite el sufrimiento de nuestro órgano, como la gestión emocional, actividad física y un alimentación equilibrada.